Plenitud

Buscando El Edén, abro libros de aquí y de allá,

y mientras leo, veo que salen mariposas del jardín,

como algodones y nubes, aves que vuelan.

Hasta que llegastes tú, y me abristeis un mundo sin fin,

de fuentes con aguas dulces, también saladas,

jardines de todo tipo, y mariposas con alas de inmensos colores.

¡Abrete Sésamo! y llévame a la plenitud de la vida.