Los amores que se marchitan como una rosa, se guardan entre las páginas de un libro de poemas, en un cestillo, o en un cofre... los que se pudren, hay que enterrarlos para que no infecten el alma.
Quizás olvide, quizás no recuerde, pero siempre tendrás tus recuerdos, esos que te acompañarán mientras quieras. Nuestro caminar se eniquece de lo andado. Gracias por tus palabras noves i sempre vives.
Los amores que se marchitan como una rosa, se guardan entre las páginas de un libro de poemas, en un cestillo, o en un cofre... los que se pudren, hay que enterrarlos para que no infecten el alma.
ResponderEliminarDepende pues...
Quizás olvide, quizás no recuerde, pero siempre tendrás tus recuerdos, esos que te acompañarán mientras quieras.
ResponderEliminarNuestro caminar se eniquece de lo andado.
Gracias por tus palabras noves i sempre vives.
Un petó.
El olvido se convierte, muchas veces, en nuestra mejor compañía... Casi tanto como la memoria. Un abrazo.
ResponderEliminarNo, yo no te olvidaré
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