Me recordaste a Lao Tsè y la idea del Tao, la "no acción". ¿Aceptación del destino? o,quizás, buscar la salida sin violentarlo. La imagen y el poema, un primor.
Es fascinante el tema del laberinto, es como jugar a perderse, a escapar y cuando te has cansado del intento volver a poner toda tu concentración en encontrar la salida. Saludos.
y seguro que la salida aparecerá como si siempre hubiera estado ahí... de hecho siempre está, pero a veces el cansancio de la búsqueda nos impide ver la salida.
Esa espiral laberíntica es como un fractal, repitiéndose a sí mismo, poniendo en tela de juicio la finitud de la imagen, replicándose de un modo maniático y circular... Así a veces es nuestra vida. Pero sólo a veces, ¿verdad?
un gusto leerte. aun en este laberinto de la vida.. que con tus versos nos ayudas a salir de el..
ResponderEliminarte dejo mis saludos fraternos con mucho cariño.
un abrazo muy grande
Abrir los ojos
ResponderEliminarsubir el laberinto
descansar en el intento
perderse en sus adentros...
Un beso cielo.
Una buena estrategia y un buen poema.
ResponderEliminarBesos.
Me recordaste a Lao Tsè y la idea del Tao, la "no acción". ¿Aceptación del destino? o,quizás, buscar la salida sin violentarlo.
ResponderEliminarLa imagen y el poema, un primor.
besos.
Es fascinante el tema del laberinto, es como jugar a perderse, a escapar y cuando te has cansado del intento volver a poner toda tu concentración en encontrar la salida. Saludos.
ResponderEliminary seguro que la salida aparecerá como si siempre hubiera estado ahí... de hecho siempre está, pero a veces el cansancio de la búsqueda nos impide ver la salida.
ResponderEliminarUn petó.
Me encanta la idea del laberinto, si me das permiso se la voy a leer a mis alumnos o la pongo en mi blog(citándote) para que la lean. Besos. Carmen.
ResponderEliminarHacerse amigo del Minotauro también es una buena solución.
ResponderEliminarBesos.
Cansarse del intento dejarlo quieto
ResponderEliminara veces es sabio hacerlo así.
La espiral de la vida es en ocasiones agotadora....precioso poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Esa espiral laberíntica es como un fractal, repitiéndose a sí mismo, poniendo en tela de juicio la finitud de la imagen, replicándose de un modo maniático y circular... Así a veces es nuestra vida. Pero sólo a veces, ¿verdad?
ResponderEliminarUn petó, Paraula.